martes, 14 de julio de 2009

CAMINOS

Es verano. Tiempo de paréntesis, de imaginar -i de desear- actividades nuevas. Tiempo puente entre el pasado y el que se avecina. Estación de reposo, si no para el cuerpo, sí para las ideas. Pero, en ocasiones, tampoco éstas quieren permanecer ociosas. Y se rebelan a la presión del calor, y golpean la sien para dejar constancia de que están ahí, que no duermen, que -en cualquier caso- sólo reposan de vez en cuando. Y las ideas, en su constante deambular, imaginan y trazan caminos, nuevos proyectos que tal vez más adelante nos provocarán desconcierto y hasta cierto cansancio, pero que ahora añoramos. Porque demasiado reposo provoca alejamiento y olvido. Y no deseamos alejarnos ni olvidar. Queremos sentirnos vivos y caminar... y nutrirnos con el propio camino, iniciar nuevos proyectos... caminar... y caminar... Ciertamente está todo por hacer, aunque las bases parecen sólidas. ¿Seremos capaces de, con nuestras huellas, hacer uno, o varios, caminos? El proyecto es apasionante y el mapa ofrece un buen número de opciones: para 2010 -sólo a un paso- todos quieren recordar el día en que nació Miguel Hernández. Las voces de "los otros", sin duda serán más potentes que las nuestras. "Ellos" tienen los medios y el poder. Pero nosotros tenemos el corazón y conocemos el camino. Así, a nuestra medida, nuestra voz también ha de hacerse oír. Y será otro motivo de comunión con una poesía con la que hemos aprendido a caminar. Pero habrán más caminos, nuevas opciones, otros proyectos con los que inauguraremos caminos nuevos. Porque, con la poesía, lo nuestro no es sólo caminar, sino hacer camino mientras andamos.
Es verano, pero queda poco. Los Caminos nos esperan y las ideas no quieren relajarse. Ya vamos a empezar a caminar.

Caminante, son tus huellas
el camino y nada más.
Caminante, no hay camino,
se hace camino al andar.
Al andar se hace camino,
y al volver la vista atrás
se ve la senda que nunca
se ha de volver a pisar.
Caminante, no hay camino
sino estelas en la mar.
(Antonio Machado)