sábado, 26 de mayo de 2012

Amigo Federico


Dentro de unos días, concretamente el 5 de junio, se cumplirán 114 años del nacimiento, en Fuente Vaqueros (Granada), de Federico del Corazón de Jesús García Lorca. Un genio que sería brutalmente asesinado 38 años después. Aún pudo, en tan corto espacio de tiempo, dejar constancia de sus dotes excepcionales como poeta y dramaturgo, elevándose su obra a lo más alto del teatro español, reconociéndosele mundialmente su categoría. Federico García Lorca, adscrito a la llamada generación del 27, es el poeta de mayor influencia y popularidad de la literatura española del siglo XX. Para tratar de esclarecer las posibles razones de su temprana muerte (si es que pueden existir razones para matar a un hombre) sería necesario analizar su pensamiento político. Nada más lejos de mis modestas posibilidades. Por posición social, podemos llegar a la conclusión de que no pertenecía a las clases más oprimidas, que podían, por necesidad, estar alineadas a la izquierda. Tenemos, eso sí, la posibilidad de conocer su obra: nada que ver, por ejemplo, con la de Miguel Hernández, que puso gran parte de la suya al servicio de sus ideas republicanas. La obra de Federico es eminentemente cultural. Es la obra de un intelectual puro. Su talento no parece sujetarse a ideas políticas, sino que emana del entorno. La opresión de las mujeres en un ambiente rural de aquella época (Bodas de sangre, Yerma, La casa de Bernarda Alba...) no son un invento, sino la recreación (magistral) en teatro de aquello con lo que se convive. Y qué decir de su poesía, gran parte de ella enraizada también con su entorno andaluz: los toros (Ignacio Sánchez Mejías), los gitanos (Antoñito el Camborio). Toda una obra en la que se eleva a la categoría de protagonista (brillante protagonista) todo el entorno popular. Y todo ello hecho con una maestría que hoy, cerca de cien años después, su obra inagotable aún permanece en la cima de la literatura y la dramaturgia. Y no tiene visos de que pueda decaer. Todo ello me lleva a pensar que su muerte pudo ser provocada por un error o –y tal vez esto sea lo cierto- o por la reacción de unas mentes estrechas y miserables. Al matar a Federico, no asesinaron solamente a un hombre, sino que propiciaron un terrible bofetón a la cultura. Esa es la prueba más fehaciente y clara de la catadura moral de quienes perpetraron el asesinato.

El día 12 de junio, 114 años después de su nacimiento, sin rencores que nos enturbien la voz pero con el ansia enorme de recordar la obra del maestro, nuestra asociación (Asociación Cultural “Caminos”) vamos a ofrecer un recital: "AMIGO FEDERICO", haciendo un breve recorrido por la poesía y el teatro que nos legó. Será en la Universidad Miguel Hernández (Campus de Elche). La universidad, ligada como debe ser al conocimiento y la memoria, es sin duda el foro más adecuado para esta modesta evaluación. Ojalá nuestras voces sean capaces de deshojar correctamente algunas de las palabras que Federico García Lorca dejó escritas.

SI MIS MANOS PUDIERAN DESHOJAR

Yo pronuncio tu nombre
en las noches oscuras,
cuando vienen los astros
a beber en la luna
y duermen los ramajes
de las frondas ocultas.
Y yo me siento hueco
de pasión y de música.
Loco reloj que canta
muertas horas antiguas.
Yo pronuncio tu nombre
en esta noche oscura,
y tu nombre me suena
más lejano que nunca.
Más lejano que todas las estrellas
y más doliente que la mansa lluvia.
¿Te querré como entonces
alguna vez? ¿Qué culpa
tiene mi corazón?
Si la niebla se esfuma,
¿qué otra pasión me espera?
¿Será tranquila y pura?
¡Si mis dedos pudieran
deshojar a la luna!