martes, 10 de marzo de 2015

MEDITERRÁNEO - Joan Manuel Serrat


La Asociación Cultural Caminos, en sus casi siete años de existencia, ha tenido la oportunidad de conocer y gozar de un buen número de poesías escritas en diferentes épocas. Podríamos decir que hemos caminado desde José Zorrilla hasta Joaquín Sabina, deteniéndonos un poco más en Miguel Hernández (con quien comenzamos), Mario Benedetti y Federico García Lorca. Cada autor en particular y cada poema en general, han supuesto para nosotros un enriquecimiento de nuestro nivel cultural y el goce de una nueva aventura, de superar otro reto, de nutrir el palmarés que alimenta nuestra autoestima.

De cara al año 2015 nos planteamos un proyecto ilusionante, lleno de dificultades y,  por eso mismo, doblemente atractivo. Se trata de recitar a un poeta de nuestro tiempo, a un poeta vivo y que, por su condición de cantautor, es conocido y sumamente admirado por el público. Hablo de Joan Manuel Serrat, el poeta que, desde muy joven, ya escribía palabras de amor.

Paraules d’amor senzilles i tendres.
No en sabíem més, teníem quize anys.
No havíem tingut massa temps per aprendre’n,
tot just despertàvem del son dels infants.

JOAN MANUEL SERRAT i TERESA nació en Barcelona, en el barrio de Poble Sec, en el año de 1943. Su carrera ha sido fulgurante, pero sumamente trabajada. El éxito que hoy comprobamos es fruto de un carácter tenaz y comprometido, siempre dispuesto a superar dificultades. Sufrió los efectos de la censura del dictador Franco, e incluso el exilio. Pero, como buen poeta, todo lo tradujo en letras para ser cantadas y que ahora, nosotros, pretendemos recitar. Ahora que aún podemos.

Fa vint anys que dic que fa vint anys que tinc vint anys
i encara tinc força,
i no tinc l’ànima morta
i en sento bullir la sang.
I encara em sento capaç
de cantar si un alte canta.
Avui que encara tinc veu
i encara puc creure en déus.

No ha sido fácil escoger veintidós poemas de entre un repertorio muy amplio y rico en matices. Siempre nos quedará la duda de que no nos habremos dejado fuera el mejor. Pero, ¿cómo calificar el mejor poema? ¿Es el que cuenta su niñez, su primer amor? ¿El que habla del pueblo, de las musas, de los locos bajitos, de la fiesta? Al final, en todos ellos hay un trozo del alma del poeta. Están sus sentimientos, sus vivencias, sus esperanzas. En todos ellos está Joan Manuel Serrat y, es por eso que todos son importantes. En realidad es el público quien puntúa si despierta su empatía, si se sienten reflejados en un poema de amor, en las calles de un pueblo, en el polvo de un camino. Es por eso que, entre tanta variedad de matices, los versos de Serrat encuentran siempre un destino. O muchos destinos. Porque sus versos son ya patrimonio del pueblo. De ahí nace nuestro orgullo de poderlos recitar.

Y a mí enterradme sin duelo
entre la playa y el cielo...
en la ladera de un monte,
más alto que el horizonte,
quiero tener buena vista.
Mi cuerpo será camino,
le daré verde a los pinos
y amarillo a la genista.

Cerca del mar, porque yo
nací en el mediterráneo.


(Publicado en la revista CAMINOS. N.º 1 - Marzo de 2015).

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