lunes, 18 de agosto de 2008

Gracias a la Vida


Nos eduacaron bajo la sombra larga y retorcida de la religión. A su amparo, aprendimos que esto de ahora no es la vida auténtica, sino sólo un paso para llegar a la que ha de ser. Y, para que aquélla sea plena y gozosa, hemos de aprender a sufrir en ésta. Vivimos, pues -si esto es vivir- en un "valle de lágrimas" en el que, según esto, lo mejor que podemos hacer es llorar, no vivir. Santa Teresa de Jesús escribió al respecto:

Vivo sin vivir en mí,
y tan alta vida espero,
que muero porque no muero.


Si miramos a nuestro alrededor, incluso si nos miramos a nosotros mismos, veremos que son o somos muchos viviendo con estas creencias, aunque adaptadas perfectamente a las conveniencias de cada cual. Porque, hombre, está muy bien eso de esperar una buena vida después de la muerte, pero, claro, sin renunciar a estar lo mejor posible ahora. Eso de "que nos quiten lo bailao" representa una filosofía de tal peso, que toda la presión religiosa no ha conseguido mover. Todos queremos vivir ahora, y vivir bien. Y a todos nos asiste el derecho de reivindicar "aquí" una buena vida, lo más alejada posible de ese agorero valle de lágrimas que no sabemos bien quien personifica, pues ni ateos ni cristianos ni miembros de otras religiones parecen estar por la labor de dar ejemplo en este sentido.

Violeta Parra escribió un "Gracias a la vida" que es todo un tratado de filosofía. Nos muestra el camino con palabras sencillas, fáciles de entender para todos: ojos para vernos, oídos para escucharnos, corazón para amarnos. Visto así, sería tan fácil. Un mundo de todos para todos, con solidaridad, respeto y amor. Sin guerras, sin miserias, sin sufrimientos inútiles. Dándole a la vida Gracias porque nos obsequia con sus dones. Y evitando que el mal, que no sale de la vida sino del hombre, tenga la oportunidad de aparecer. Una utopía, sí. Pero, ¿no merece más la pena vivir luchando por una utopía que no hacerlo pensando que estamos condenados a vivir en un valle de lágrimas?

Violeta Parra nació en Chile el 4 de Octubre de 1917 y murió el 5 de Febrero de 1967. Fue poetisa, música, cantante, pintora, escultora, bordadora y ceramista. El hecho trágico de su muerte, en ningún caso empaña la belleza de sus versos. Obtuve esta fotografía de: www.violetaparra.scd.cl/

GRACIAS A LA VIDA

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio dos luceros que, cuando los abro,
perfecto distingo lo negro del blanco,
y en el alto cielo su fondo estrellado
y en las multitudes el hombre que yo amo.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el oído que, en todo su ancho,
graba noche y día grillos y canarios;
martillos, turbinas, ladridos, chubascos,
y la voz tan tierna de mi bien amado.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el sonido y el abecedario,
con él las palabras que pienso y declaro:
madre, amigo, hermano, y luz alumbrando
la ruta del alma del que estoy amando.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la marcha de mis pies cansados;
con ellos anduve ciudades y charcos,
playas y desiertos, montañas y llanos,
y la casa tuya, tu calle y tu patio.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio el corazón que agita su marco
cuando miro el fruto del cerebro humano;
cuando miro el bueno tan lejos del malo,
cuando miro el fondo de tus ojos claros.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto.
Así yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto,
y el canto de ustedes que es el mismo canto
y el canto de todos, que es mi propio canto.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.

2 comentarios:

Mavi dijo...

GRACIAS A LA VIDA QUE ME HA DADO TANTO...
ME DIÓ DOS LUCEROS QUE CUANDO LOS ABRO...
PERFECTO DISTINGO LO NEGRO DEL BLANCO...
Y EN EL ALTO CIELO SU FONDO ESTRELLADO...
Y EN LAS MULTITUDES AL HOMBRE QUE YO AMO...
gracias a la vida.

Anónimo dijo...

Azul en línea!! úé hermosos versos! leerlos me ha regocijado el alma.