miércoles, 27 de enero de 2010

Centenario de Miguel Hernández


El pasado jueves, la Asociación Cultural "Caminos", celebró su ensayo habitual. Hablamos de proyectos y no faltó quien se desesperaba porque aún no había nada concreto. La situación me recordaba a un niño (en este caso, Gabriel. ¿No conocéis a Gabriel?). Todos esperan que camine sólo, pero él titubea y alarga la mano para cogerse y sentirse seguro. Sin embargo -es inevitable- pronto caminará por sí solo. Eso mismo pensaba yo de nuestra Asociación. Los primeros pasos son, como los de Gabriel, los más difíciles pero, en cuanto los demos, ya no habrá quien nos pare. En cualquier caso, caminar, va a depender fundamentalmente de nosotros. Ahora ya podemos decir que se ha concretado nuestro primer paso y, bien mirado, resulta que es un paso de una gran importancia. El día 16 de abril vamos a recitar en el Aula Magna de la Universidad. Un lugar importante por lo que significa. Todo un reto para nuestra capacidad de caminar. Creo que no podríamos tener un lugar mejor para presentar nuestro Recital. Conscientes de ello, vamos a poner todo nuestro empeño para no defraudar a quienes han confiado en nosotros, para dejar el nombre de Miguel Hernández a la altura que se merece, y, por encima de todo, para no defraudarnos a nosotros mismos y que nos sirva de aliciente para seguir adelante con más fuerza, mientras se van concretando los siguientes pasos.

En este recital, salvo imponderables, participaremos diecisiete personas recitando, más un lector-narrador y otro compañero en soporte técnico. Y éste será el programa:

Recital “ME LLAMO BARRO”

Con nuestra puesta en escena, intentamos que se conozca al Poeta, las circunstancias de su vida... y de su muerte. E intentamos que se conozca su obra, que, aunque ya es bastante conocida, siempre hay matices que nos enriquecen al profundizar en ellos. Revisando, pues, la vida de Miguel Hernández, desde su nacimiento, realizamos un recorrido por su Orihuela natal y por Madrid, donde soñaba que estaba su futuro, haciendo una parada en cada estación de su breve vida: niñez, adolescencia, juventud, amor, paz, guerra, cárcel y muerte. Como representación de su obra y reflejo de su vida, hemos seleccionado los siguientes poemas, que son recitados por este orden:

Me llamo barro
Las desiertas abarcas
Sino sangriento
A todos los oriolanos
El silbo de afirmación en la aldea
Ser onda, oficio, niña, es de tu pelo
A ti, llamada impropiamente Rosa
Elegía
¿No cesará este rayo que me habita...?
Tengo estos huesos hechos a las penas
Umbrío por la pena...
Por una senda van los hortelanos
Como el toro he nacido para el luto
Soneto final
Jornaleros
Aceituneros
El niño yuntero
Vientos del pueblo me llevan
El sudor
Sentado sobre los muertos
Canción del esposo soldado
Recoged esta voz (I)
Elegía primera
Canción primera
Canción última
Llamo al toro de España
A mi hijo
No quiso ser
Nanas de la cebolla
Recoged esta voz (II)
Llegó con tres heridas

La duración del recital es de, aproximadamente, 95 minutos.

Para todos nosotros será un orgullo si contribuimos, con nuestra modesta aportación, a que este Rayo, que impulsó al Poeta, no cese ni se agote.

¿No cesará este rayo que me habita
el corazón de exasperadas fieras
y de fraguas coléricas y herreras
donde el metal más fresco se marchita?

¿No cesará esta terca estalactita
de cultivar sus duras cabelleras
como espadas y rígidas hogueras
hacia mi corazón que muge y grita?

Este rayo ni cesa ni se agota:
de mí mismo tomó su procedencia
y ejercita en mí mismo sus furores.

Esta obstinada piedra de mí brota
y sobre mí dirige la insistencia
de sus lluviosos rayos destructores.