miércoles, 23 de julio de 2008

El Carnicero de Sarajevo


En su currículum, que hoy publica la prensa, consta que -entre otras cosas- fue poeta. No puedo imaginarme su poesía. No. No puedo. O tal vez es que no quiero. ¿Radovan Karadzic, el Carnicero (así, empezando en mayúscula) de Sarajevo puede ser un poeta? ¿Tal vez su mente enferma, mientras planificaba el genocidio, alimentaba a sus musas con sangre, cadáveres, violaciones y destrucción? ¿Pudo sentir emoción mientras el mundo se estremecía de horror y de vergüenza? De cualquier modo, hoy, al saber que ha sido detenido y que va a ser juzgado por los tribunales internacionales, creo que es una gran noticia, aunque la prensa, en su deseo de mostrarse siempre justa y ecuánime, aún lo tilda como "presunto" genocida. Y no; no hay presunción en lo referente a sus actos. Sarajevo y Srebrenica quedaron impregnados de su ADN asesino. Y los miles de personas, muertos por su influencia, son testigos mudos de su maldad. Desde aquí, nuestra condena ya, previa al juicio: nunca más respire de nuestro aire en libertad. Nunca más escriba poesía. Que duerma ya, para siempre, en el lejano olvido. Y que no pueda caminar por los senderos que circunda el poeta.

HIJOS DE GEA

No despertéis, con himnos y estandartes,
a la fiera que duerme. Dejadla en su retiro.
Que el veneno que le inoculó el áspid
no remueva su instinto de asesino.
Dejadle que repose. No perturbéis su sueño
y, si es que sueña,
que lo haga con mares apacibles
poblados por las náyades más bellas.
Que su vida transcurra silenciosa;
que los hados que guían el destino
no permitan que holle el camino
que circunda el poeta.
Que no pretenda con plomo y con acero,
salvarse al mundo a su propio albedrío.
Que deje al Hombre sufrir sus devaneos
que avance Libre en pos de su destino.
No despertéis a la fiera que duerme.
Dejadla en su retiro.

3 comentarios:

Mavi dijo...

Se nota que eres un hombre justo, y tienes razón cuando desconfías de alguien que, segun, todo indica su paso por la vida a sido nefasto y lleno de odio, o tal vez tuvo esa locura que impregna a demasiada gente con poder.
Yo quiero decirte, que aun con razón, será la propia vida quien le devulva todo el mal que hizo. Y no quiero terminar sin decirte algo que la sabiduría de una sencilla mujer cercana a nosotros decía." Dios no se queda con nada de nadie"

pp@dsuar dijo...

No sé si los miles de muertos de aquella guerra -o de cualquier otra- estarían muy de acuerdo con la justicia de Dios.

Mavi dijo...

Confío que sí, la esperanza y el seguir creyendo en el ser humano nos debe dar confianza. ¿no te parece?