miércoles, 9 de julio de 2008

¿OLMOS VIEJOS?


¿Qué somos? La palabra "viejo" nos resulta repulsiva. Sin embargo, lleva implícito todo un caudal de vida y de experiencias. ¿Qué es ser viejo? ¿Tal vez estar en desuso, o no servir para nada? Yo conozco a la gente de mi grupo, y sé que esta descripción no va con ellos, y aún menos, con ellas. Obviamente, ninguno de nosotros tenemos el mismo aspecto que hace veinte años: el tiempo ha vuelto albos nuestros cabellos y, en nuestra piel, el constante paso de inviernos y de veranos ha dejado su huella. Nuestras ideas, como no podía ser de otra manera, tampoco son exactamente las mismas: hemos evolucionado. Afrontamos los problemas con otro talante. La serenidad nos hace ver las cosas con una claridad que antes, el frenesí de la juventud, nos impedía. En este sentido, no somos más viejos: somos diferentes. Pero con una diferencia que es totalmente nueva: es activa y vital. E incluso puede ser revolucionaria. Hemos sabido, y vamos a conseguir, que aquello que algunos llaman "el otoño de la vida", convertirlo, como dijo Antonio Machado, en "otro milagro de la primavera".

A UN OLMO SECO

Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo
algunas hojas verdes le han salido.

¡El olmo centenario, en la colina
que lame el Duero! Un musgo amarillento
le mancha la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.

No será, cual los álamos cantores
que guardan el camino y la ribera,
habitado de pardos ruiseñores.

Ejército de hormigas en hilera
va trepando por él, y en sus entrañas
urden sus telas grises las arañas.

Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en melena de campana,
lanza de carro o yugo de carreta;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas de alguna mísera caseta,
al borde de un camino;
antes que te descuaje un torbellino
y tronche el soplo de las sierras blancas;
antes que el río hacia la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también, hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.

6 comentarios:

Mavi dijo...

¿ViejoS? !viejo el vino! eso si es una buena opción de lo que llamamos viejo. Que por lo demás, ya lo dijo el pensador:"la edad es un estado de ánimo...". Soy de la opinión de que se tiene la edad que se aparenta con nuestros hechos, con las respuestas que damos a las cosas que nos toca vivir,y nosotros en nuestro proyecto, nos sentimos más jovenes que algunos que sí lo son por la edad. Dice Benedetti que "la vejez llega con el olvido", y estoy totalmente de acuerdo, mientras la llama de hacer cosas positivas esté prendida de nuestro ánimo y de nuestro corazón, no llegaremos a ella ya que ni los achaques propios de la edad, serán excusa para abandonar. Sentirse útil, ver la ilusión en los ojos de aquel que te mira, que te escucha es motivo suficiente para agarrarnos fuertemente a la vida y a un proyecto que nos llene, que podamos trasmitir y hacer vibrar a quien lo escuche. Es un tiempo precioso de hacer cosas, y como el olmo que se cansó de vivir,pero sigue impertérrito de pié dando sombra con su tronco desnudo, seguir en el camino aprendiendo, participando y viviendo nuestras inquietudes.Me planteo, si la vida, despues de haber luchado por los nuestros, nos lo agradece con el encuentro de seres fantásticos, sensibles y buenos, que con un proyecto común hace que nos sintamos felices y contentos de estar juntos compartiendo inquietudes y proyectos.Es la manifestación de amor entre personas que aún tienen mucho que dar.
mavienblanco

pp@dsuar dijo...

Sencillamente: ¡¡OLÉ!!

Anónimo dijo...

Hola Pepe!!! figuro como anónimo poruqe me olvidé mi contraseña, pero no queria dejar de decirte, que leerte es un placer, me emocionás. En cuanto a viejos, todo pasa por nuestro interior, y es a ese interior al que debemos mantener en primavera siempre, rodeándonos de personas de verdad, enriqueciéndonos unos a otros con la energía positiva que da el compartir en grupo una experiencia tan linda. Un abrazo.....AZUL

pp@dsuar dijo...

AZUL... como el cielo y como el mar que recoge su color. No dejes de estar en contacto. Escribe algo, mándamelo y lo ponemos en el blog. Ha de ser cosa de todos. Caminamos...

Unknown dijo...

a penas tengo tiempo ahora mismo de leer el contenido de todo este blog, tú sabes bien los motivos, Pepe...simplemente quería decir que el olmo de la foto me resulta muuuuy familiar...

un beso

pp@dsuar dijo...

Ya sé que lo conoces. Espero que te caiga bien. Creo que encierra en su viejo tronco, toda una metáfora de la vida. O así al menos lo veo yo. Gracias por haberte perdido por este camino, a pesar de los agobios del trabajo.