Hoy, 29 de
diciembre, estamos a muy pocos días de decirle adiós a 2016 y ¡hola! a 2017. A
veces no es fácil resumir qué ha significado el paso de un año en nuestras
vidas, ni qué esperamos –o soñamos- para el próximo año. Generalmente, al hacer
un resumen, acostumbramos a poner en valor los puntos negros. Es fácil ser
pesimistas. O todo lo contrario: destacamos todo aquello más positivo que nos
ha sucedido; en ese caso somos triunfalistas. El blanco y el negro. La luz y la
obscuridad. Renunciamos en ese momento a toda una gama de grises que son, sin
duda, aquellas cosas pequeñas que dan salsa a la vida, las más numerosas, las
que ocupan más espacio. ¿Qué lugar ha ocupado CAMINOS en nuestra vida, en este
año que termina?
Es cierto
que cada uno de nosotros tiene su propio guión: situación personal, salud,
familia… Colocar a nuestra Asociación, dándole un papel en ese guión no es
fácil. En ocasiones seguramente habrá supuesto una carga. Otras veces habrá
servido para dejar aparcados otra serie de problemas, centrándonos en aquello
que nos gusta: la poesía. En este ambiente de inconcreción, le han ocurrido
muchas cosas a CAMINOS en este año que termina: lo iniciamos con un Taller de
Teatro, sin dejar de representar, hasta el mes de marzo, el Recital
MEDITERRÁNEO (tres recitales en distintos pueblos). Poco a poco el Taller se
fue transformando para empezar a darle cuerpo a un nuevo guión: LA TRIBU DEL
27, que empezamos a representar después del verano con cuatro recitales. En
noviembre celebramos el DIA DE MIGUEL HERNÁNDEZ, y cerramos diciembre con dos
nuevas representaciones de MEDITERRANEO. En total, diez recitales. A esto hemos
de sumarle 35 jornadas formativas de ensayo y taller. Redacción, maquetación e
impresión de nuestra Revista CAMINOS. Redacción, maquetación e impresión de
programas y carteles para los recitales. Mantenimiento y puesta al día de
nuestra página web. Algunos escritos en este blog… Aunque no acostumbremos a darle
la importancia que merece, a pesar de ser muy importante en la preparación de
los recitales, de un modo tal vez demasiado discreto, han asumido un
protagonismo que era muy necesario los técnicos de CAMINOS. Ellos visitan cada
sala antes del recital y dan soluciones para que los actores se luzcan y gane
enteros el colectivo. Para ellos, muy especialmente, mi agradecimiento. Y de
entre los técnicos, independientemente de su modo de ejercer, un recuerdo muy
especial al que nos dejó: Antonio García. Por encima de todo, un amigo
irreemplazable.
Ha
supuesto también este año la nueva experiencia de trabajar con un director
profesional. Ojalá encontremos los medios necesarios para poder seguir contando
con él. Creo que aprendemos no sólo argumentos actorales. También humanos, de
convivencia, de asumir nuestro papel dentro y fuera de este grupo.
En fin,
estas cosas que han llenado una parte de nuestras vidas en este año, ¿son
pequeñas o grandes cosas? Tal vez sea esa inmensa gama de grises sin la que no
es posible dar un correcto sentido a la vida. Pero estoy seguro que, de alguna
manera, nos han hecho crecer… y caminar. Sin lugar a dudas hemos aportado
nuestro humilde grano de arena para ofrecer a la sociedad algo tan simple como
esto: CULTURA. El resultado ya lo sabemos. La cultura no es mayoritaria, no
siempre gusta. Pero sin ella no se puede vivir. El mundo perdería un rasgo
fundamental. He ahí la importancia de nuestra humilde acción. Y a pesar de
vernos solos muchas veces, llenando las salas con nuestra propia presencia,
sería importante el no desmayar, el ser conscientes de nuestra labor, el
mejorarla, pulirla y amarla. Y decirle a 2017: ¡Hola Año Nuevo! Estamos aquí
con las mismas ideas, más fuertes aún si cabe, para seguir por ese camino. Como
dijo Mario Benedetti, sin rendirnos:
“No te
rindas, por favor, no cedas,
Aunque
el frío queme,
Aunque
el miedo muerda,
Aunque
el sol se ponga y se calle el viento,
Aún hay
fuego en tu alma,
Aún hay
vida en tus sueños.
Porque
cada día es un comienzo nuevo.
Porque
esta es la hora y el mejor momento.
Porque
no estás solo, porque yo te quiero”.
Tampoco
quiero olvidar, porque es muy necesario que esté presente en nuestro día a día,
el impulso que nos propone Joan Manuel Serrat, un hombre de nuestro tiempo, de
nuestra edad:
“Fa vint
anys que dic que fa vint anys que tinc vint anys
i encara
tinc força,
i no
tinc l’ànima morta
i em
sento bullir la sang”.
Con este
bagaje de amor por la poesía, despedimos 2016 y saludamos la entrada de 2017.
Ojalá que el nuevo año siga proponiéndonos argumentos para caminar unidos en un
proyecto común que nos hace más libres y más humanos. Así sea.
2 comentarios:
Un año intenso, sin duda, con grandes experiencias y alguna ausencia irremplazable, como son todos los amigos ausentes.
El 2017 seguro que vendrá cargado de trabajo y nuevos retos que estimularán nuestro crecimiento. De momento ya está gestándose un nuevo espectáculo que seguro será un paso más en esta labor crucial que CAMINOS realiza de manera callada pero incansable: acercar el arte, la poesía y el teatro al pueblo.
Abrazos y fuerza a todos!
Ojalá podamos seguir caminando por estas sendas, las de la poesía, las del teatro.
Todo lo que he leído me demuestra Pepe, tu persistencia en que así se haga,y....Cuánto se ha hecho!!
A veces no lo apreciamos, la rutina, la vida nos hace estar distraídos; pero nos hemos enriquecidos, compartiendo entre nosotros y entre tanto poeta y escritor. La vida, sin dudas nos ha hecho un gran regalo: El de poder disfrutar en estas edades, de una actividad, que nos gratifica, nos hace sentir vivos y nos permite a su vez, la divulgación de cosas culturales.
Como siempre, un gusto leerte.Betty
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